UA-93115614-1 969864758"> Depresión o ansiedad en Médicos. ¿Factores de riesgo?
top of page

Depresión o ansiedad en Médicos. ¿Factores de riesgo?


Varios estudios apuntan a un riesgo incrementado de sufrir síntomas de ansiedad o depresión en médicos. De hecho, mientras que la prevalencia de otros trastornos mentales en médicos cabe estimarla similar a la de la población general del mismo nivel socio-económico, se puede apuntar a que el riesgo de padecer cuadros depresivos o ansiosos en éstos supera la cifra que se estima para la población general en países occidentales (17% desarrollará síntomas compatibles con un trastorno depresivo a lo largo de su vida).


Las mujeres médico presentan, al igual que ocurre en la población general, un riesgo mayor que los varones en cuanto a manifestar el malestar psíquico en forma de cuadros de ansiedad y depresión.


Factores de riesgo

Factores de riesgo que provocan agotamiento emocional y que pueden manifestar síntomas de ansiedad, depresión o ambos


·Factores biológicos:

– Falta de horas suficientes de sueño y descanso debido a las largas jornadas de trabajo y a las guardias.


– Descuido de los hábitos alimentarios saludables: comidas rápidas, deprisa, demora en los horarios, preparados rápidos.


– Falta de horas de ejercicio físico: el deporte practicado de forma regular suele ser de los primeros descartes si hay que sacrificar horas dedicadas al cuidado de uno mismo.


– Inadecuado abordaje de enfermedades físicas: automedicación, la minimización de síntomas y no respetar hábitos recomendables durante los picos de malestar y de cara a la convalecencia.


·Factores psicológicos:

– Tendencia al perfeccionismo: la necesidad de ofrecer un rendimiento óptimo y de no poner límites a la auto exigencia puede desembocar en malestar psíquico. A veces se acompaña de dudas sobre la propia eficacia, así como por la necesidad de comprobar que se ha llevado a cabo el trabajo.


– Elevado sentido de la responsabilidad: no se ponen límites a la demanda del otro y se suelen sacrificar las prioridades del médico.


– Necesidad de control: a veces se asocia al perfeccionismo e implica un sobreesfuerzo mental y conductual ya que muchos factores no dependen de la intervención de un solo profesional ni tampoco de los sistemas de salud.


– Dependencia de la aprobación ajena: necesidad de buscar aprobación en los pacientes y/o en los colegas a la hora de validar la propia eficacia, estrategia inconsciente que acaba agotando al profesional por ser imposible agradar a todo el mundo y en cualquier circunstancia.


– Demora de las gratificaciones propias: a menudo, los médicos, como otros cuidadores, suelen sacrificar sus necesidades en aras del cuidado de los otros. A la larga, el descuido de las propias necesidades o de preservar el adecuado equilibrio vida profesional-vida personal, acaba pasando factura a los cuidadores en forma de síntomas físicos o psíquicos de desgaste y deterioro de las relaciones con otros.


·Factores sociales:

– Condiciones de trabajo precarias: especialmente, entre quienes trabajan en la Sanidad pública, las condiciones en que se desempeña el trabajo profesional se han ido deteriorando con el tiempo (menor tiempo por paciente, largas jornadas laborales, baja remuneración en relación con la responsabilidad profesional, etc.).


– Dificultades relacionadas con el trabajo en equipo: la labor del médico se desarrolla, principalmente, en el seno de equipos de trabajo. No es infrecuente que las tensiones interpersonales repercutan negativamente en el bienestar del profesional.


– Necesidad de formación continuada: cada vez son mayores las exigencias para que los profesionales de la salud y, en concreto, los médicos se mantengan actualizados desde el punto de vista formativo. Al final, es una exigencia más que se añade a las estrictamente asistenciales y a las necesidades laborales.


– Altas exigencias en cuanto a la salud por parte de usuarios: la narrativa que impera en la sociedad es la de unas posibilidades de mejoramiento indefinido del cuerpo y del “derecho a la salud”, obviando la realidad de las limitaciones propias del enfermar y las posibilidades reales de la ciencia médica al respecto.


– Demandas de los usuarios en cuanto a praxis: aunque menos frecuente en España que en otros países occidentales, las demandas a los profesionales por asuntos relacionados con la praxis profesional añaden más presión a las ya altas exigencias que implica el ejercicio profesional.


– Factores relacionados con el género: las diferencias en reconocimiento profesional, el fenómeno del “techo de cristal” o las dificultades para conciliar la vida laboral y personal son algunos de los factores que afectan a las mujeres médico y pueden contribuir a incrementar su riesgo a padecer cuadros afectivos y/o ansiosos.


Fuente: http://www.clinica-galatea.com/es/bloc/ansiedad-depresion-medicos-factores-riesgo/

Entradas recientes
Archivo
bottom of page